Monday 9 September 2013

Aires calientes.

Como una conspiración 
Que acecha,
Al gran César
Las armas siguen vendiendose,
En silencio,
Como suenan las hogueras fértiles,
En contenedores vacíos.
¿Cúantos más
Pueden aguantar?
Sin la ambición
De querer llevar la contraria.
Sin ofrecer resistencia
Una máxima.
A las bocas tapadas.
Y al que las tapa.
No existe lo políticamente correcto;
Recordad.
Aquel preso que decía:
"En este mundo,
Nos faltan
Mil colores sobre el óleo,
Las dulces lagrimas del desengañado,
Y las sogas en el cuello,
Constantemente....
Se acallan los ritmos fatuos
La razón los pliega,
Y se abrigan con la carne de los otros
En la distancia."
Él,
No buscaba la razón
En el presidio,
Golfos...
Idilio de los cerebros relampagueantes.
Donde las llamas crepitan,
Avivando cadáveres
Iluminando una evidencia.
La del hombre animal
La de un adjetivo superfluo
En desalojo
La de una rata cosida en la tripa
Todo un día.
De 24 horas
En que la carcel se abre
24 horas abierta
Al océano
Con resaca,
O cielos amurallados de rojo.
Levantad la mano los que vivís en ella
Todos.
Vosotros.
Qué fuisteis educados.
Que os lo creísteis.
Levantad la cabeza,
Los no educados
Los de la marca y la cicatriz,
Los de Caín.
Demostráos que teneis dientes.
Y que el nómada,
Entra y sale,
De donde quiere.
Hasta de sí mismo
Y del cañon afilado.

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